Hace 44 años, en 1973, un gerundense curioso se dio cuenta de que en su ciudad nadie sabía lo que era “un Frankfurt”, nombre genérico con el que los que estamos a este lado de la frontera de los Pirineos denominamos a todas las salchichas de estilo alemán. Puesto que esto era un interesante nicho de negocio allá por el 73, montó un pequeño puesto en su ciudada natal en el que la gente pedía esa curiosa butifarra cocida al salir del cine, cuando paseaba, o, simplemente, en una comida rápida a pie de calle.
30 años más tarde el König de Girona es una institución ( ¿Hacemos un König? se suele oír por las calles) que ya cuenta con nueve restaurantes entre sus locales de Girona y de Barcelona. Nosotros tuvimos la oportunidad de visitar el último de ellos ubicado en el Born, en plena calle Fusina.
El último de estos reyes de los bocadillos y las tapas ha inaugurado un local de 2 plantas que a las nueve de la noche de un día cualquiera está lleno hasta la bandera. La relación calidad precio es lo suficientemente buena como para fidelizar un público que tiene a su alcance una larguísima carta llena de tentaciones para picotear, tapear, probar salchichas, ensaladas, hamburguesas con buenas carnes de Girona y mucha cerveza propia y ajena donde escoger. Casi todos los bocadillos cuentan con un pan hecho ex profeso para el contenido que han de albergar- panes de cereales, inglés, redondos, bagels, baguettes, focaccias- y existe-¡ todavía!- un buen surtido de platos combinados, una antigua manera de comer muy ochentera que reaparece con fuerza.
Casi todo lo que probamos está lo suficientemente suculento como para volver en alguna otra ocasión: las hamburguesas son jugosas, mezclando en su proporción justa ternera y cerdo, los frankfurts ganan mucho dentro de un pequeño molde inglés muy esponjoso, el bagel de pastrami es uno de los más demandados por los fans de los bocatas al estilo neoyorkino, las bravas son más que aceptables y salen de la cocina por centenares, lo que les obliga a utilizar un obrador externo para acelerar el proceso. A pesar de esto, están bien confitadas, acompañadas de una salsa cuyo secreto no revelaron, las ensaladas son poco imaginativas, pero frescas y crujientes, hay opciones para vegetarianos y celíacos, las cervezas y el aceite son de la casa y, en general, uno tiene la sensación de no pisar el típico terreno de la hamburguesería gourmet que añade una larga lista de ingredientes que uno solo encuentra en el bocadillo si dispone de microscopio.
En general es un lugar recomendable para los amantes de los bocadillos bien cargados y las comidas rápidas, pero de calidad, un ambiente informal, pero acogedor y sin presupuesto desorbitado en interiorismo, Por un máximo de 10 euros se puede comer un aceptable pan de coca con jamón más una könig artesana, o una deliciosa barrita de pan inglés con gambas y cangrejo más una bebida y marcharse a casa habiendo re-descubierto un tipo de restaurante sin más pretensión que la de servir algo bueno por un precio aceptable.
Por Inés Butrón Licenciada en filología hispánica por la UB, periodista, escritora y autora de varios libros sobre temas gastronómicos: Ruta gastronómica por Cantabria, Ruta Gastronómica por Andalucía y Ruta Gastronómica por Galicia, Salsa Books, Barcelona 2009. Comer en España, de la subsistencia a la vanguardia. Ed. Península. Madrid 2011"
König Born
C/ Fusina 3
08003 Barcelona
Abierto todos los días de 8’30 a 00’00 y los viernes y festivos hasta las 03’00
Precio carta. Entre 10 y 15 euros.
|