La barcelonesa Rambla del Poble Nou y sus alrededores acoge desde que hace algún tiempo algunos de los rincones gastronómicos más interesantes de la ciudad. La nueva fisonomía del barrio, convertido ahora en una moderna “arroba”, símbolo por excelencia de la audacia emprendedora de la Ciudad Condal, le ha permitido a este emplazamiento olvidado de la mano del Consistorio lucir como nadie su esplendor económico envasado en lo mejorcito de la vanguardia arquitectónica, erigir rascacielos que lanzan desde sus rótulos señales de poderío. Este emblemático barrio en el que la ciudad se diluía poco a poco para dar paso al extrarradio metropolitano, es hoy un lugar en el bullen otras muchas actividades económicas a rebufo del asentamiento de grandes empresas y corporaciones. Como no podía ser de otra manera, la gastronomía, catalana y foránea, tiene aquí escaparate perfecto.
En el carrer Pujades, cruzando la Rambla, entre la panadería Cruixent y la Graneria del Poble Nou, se encuentra la charcutería-degustación Melocomo, un espacio dedicado a lo mejor de la gastronomía italiana, en especial, quesos y embutidos.
Aunque el cliente puede adquirir también la clásica pasta de trigo duro, los deliciosos peperoncini rellenos de queso o la conserva de algún platillo emblemático, como las lentejas guisadas con longaniza, Melocomo tiene un interesante surtido de embutidos y quesos artesanales que sorprenden por su calidad, muy superior a la que el consumidor está acostumbrado. Cada uno de estos productos tienen un sello distintivo que los hace únicos, que los diferencia de las imitaciones que todas las grandes elaboraciones tienen que soportar en manos de productores foráneos. Uno de los casos más flagrantes a este respecto es la cantidad de mortadelas de pésima calidad que llenan el mercado, que poco o nada tienen que ver con la original creación italiana. Melocomo pone a la disposición del cliente una de las más exquisitas, la mortadela Favola de la marca Palimieri, cien por cien artesanal. Carne de pierna de cerdo conjuntada con grasa del cuello del animal, miel, pistacho y pimienta. Cocida al horno de vapor y envuelta en piel natural que luego se cose a mano. Durante ese proceso, la propia piel porosa del cerdo permitirá que la mortadela pierda parte de su grasa sobrante, de manera que el resultado es una carne suave, un punto dulce, de color natural, sin aditamentos.
Los salamis pertenecen también a ese grupo de embutidos que el cliente ha visto por ahí en forma de imitaciones que destrozan el prestigio de este gran producto con IGP, pero que casi no ha probado en su versión artesanal, auténtica, elaborados con carne de cerdo de Cremona. La mayor parte de los salamis suelen, por tanto, prepararse a partir de la carne de cerdo- lomo alto- especiada con ajo, vino, clavo, canela y nuez moscada, con un periodo de curación de dos o tres meses, pero en la zona del norte de Milán, en la ciudad de Bresia, es corriente el salami de vaca, caballo e incluso de asno.
Al igual que los salamis y las mortadelas, en Melocomo están las mejores Coppas, Bressaolas o lonzinos, así como la auténtica panceta para elaborar las carbonaras.
En el apartado de los quesos frescos nos detenemos únicamente en los emblemáticos Riccota, Burrata y mozarella aunque también sorprende por su calidad il Dorello. Elaborados a partir de leche cruda, oveja en el caso de la ricotta, vaca para la burrata y bufala para la mozarella, cada uno de ellos aporta ese sabor suave a nata y mantequilla que tanto juego dan en la cocina dulce y salada. Los quesos curados de Melocomo, sin embargo, van más allá del Parmesano, el Peccorino o el Gorgonzola. En su aparador aparecen quesos con formas de trenzas y botillos que contienen quesos como el Caciocavalli, el Stagionati en grotta, curado y sabroso, o los quesos ahumados o con un punto de guindilla.
Acompañados de un buen chianti, por ejemplo, y sobre pan de chiapatta caliente resultan entrantes perfectos para curiosos y gourmets que no se conforman con los caminos trillados y las caricaturas de los mejores prodotto italiani.
Por Inés Butrón
Licenciada en filología hispánica por la UB, periodista, escritora y autora de varios libros sobre temas gastronómicos: Ruta gastronómica por Cantabria, Ruta Gastronómica por Andalucía y Ruta Gastronómica por Galicia, Salsa Books, Barcelona 2009. Comer en España, de la subsistencia a la vanguardia. Ed. Península. Madrid 2011"
Fotos: Inés Butrón
Carrer Pujades 188
www.melocomo.cat
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