Joan Juvé

Solo cuando se unen tradición y familia, tierras y viñas se puede conseguir que el vino alcance su más alta expresión.


Hay muchas formas de entender un paisaje. La pintura seria la más evidente. La literatura también nos lleva a una forma de evocación intensa. No obstante, si el entorno descrito esta dentro de un mundo de viñas, el vino es su mejor representación. Joan Juvé ha hecho de estos conceptos el eje en que ha centrado su trabajo. Nacido en el corazón del país del cava, observador de las viñas plantadas en las propiedades de Espiells, ha colaborado en la ampliación de las fincas al tiempo que buscaba las viñas adecuadas al suelo y altitud de cada una de las distintas parcelas. Convencido por experiencia propia y de su entorno familiar de que el cava nace en las viñas, ha conseguido espectaculares plantaciones de las variedades tradicionales, más la Chardonnay, ahora ya con 15 años de existencia, o la Pinot Noir, generadora de un novísimo cava rosado. Contemplando desde la Miranda d’Espiells las 240 ha de las distintas fincas vinícolas, de un total 450 ha, no debemos olvidar la Cuscona, al sur de Sant Sadurní y las viñas de las tierras altas de Mediona, se comprende el particular carácter de Joan Juvé, mezcla de serenidad ante la lentitud de los cambios de la naturaleza y de divertimento frente a una bebida tan alegre y elegante como son sus cavas. Quizás por ello su conversación sea una suma de pasión por los vinos, satisfacción por la nueva y esplendida bodega y de distancia hacia un mundo que tendrá su proyección en generaciones futuras. Por eso habla de la familia con la misma intensidad con la que nos asegura que se necesitan once millones de botellas reposando en las cavas para ofrecernos la máxima calidad que, en último termino, es su mejor patrimonio.

Miguel Sen