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EL TEMAMACARRONES RELLENOS DE CARRILLERAS, LA RECETA DE LA XARXA, Y EL VINO FINCA GARBET DE PERELADA. POR MIQUEL SEN

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Una tierra de olivos milenarios [ Ir a EDITORIAL ] [ Volver ]
 

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En un país tan dado a la destrucción de edificios notables y de paisajes bellos, elegantes, la aparición de una guía que da referencia de más de 4000 olivos milenarios es una excelente noticia. El territorio dónde se encuentran es el llamado del Sénia, un río vertebrador de un proyecto que agrupa pueblos de Aragón, Catalunya y la Comunitat Valenciana, bajo el nombre Taula del Sénia. Lo que más me gusta del trabajo de la Taula es que haya conseguido, de una sola tacada, reunir paisajes como los que podemos encontrar en Morella, Vall de Roures, Alcanar, Benicarló o Vinaròs entre otros, olivos de una magnitud sorprendente y el aceite de estos olivos milenarios, perfectamente elaborado, presentado mediante botellas de diseño que realzan la calidad del contenido.
El biólogo Romà Senar es el autor de  un trabajo de campo que ha tenido en cuenta anteriores estudios en los que ya se habían medido las dimensiones de unos troncos que ya tenían más de mil años cuando los soldados de Napoleón o los guerrilleros Carlistas descansaban a su sombra. El criterio para definirlos como olivos milenarios se fundamenta en medir el perímetro del tronco a 1,30m del suelo, el perímetro de su base, diámetro de la copa, la altura, la variedad, su ubicación con GPS y una colección de fotos de cada ejemplar. Según dice el autor, la búsqueda de los árboles fue una tarea muy intensa que no hubiera sido posible sin la ayuda de mucha gente, desde alcaldes a guardas de campo y cazadores. 
A partir de este material los directores de la Asociación Territorio del Sénia han publicado una serie de textos que vale la pena tener presentes, tanto por la belleza de los árboles fotografiados como por la sugerencia al viaje que provocan. El libro Olivos Milenarios nos enseña cuales son las distintas variedades, desde la Morruda, mayoritaria hasta la LLumeta, minoritaria, con una presencia de tan solo el 1,7% . Se han seleccionado los olivos más emblemáticos y cada ejemplar figura a toda pagina, con sus parámetros perfectamente explicados, junto con su situación geográfica. Algunos de ellos obligan a repasar las fotos, como en el caso de un olivo llamado Canet lo Roig, situado en la partida de Vilagròs, que tiene como perímetro de base 9 metros. Paralelamente, en un pequeño opúsculo encontramos las distintas almazaras dónde se elaboran los aceites fruto de los 4.157 olivos milenarios registrados.
Hace tres años un amigo de Edimburgo me comentó que no entendía como no se había puesto en valor el complejo patrimonio que define los puertos de Beseit, las tierras del Maestrazgo, el territorio del Sénia. Se extrañaba de la fuga de muchos olivos centenarios hacia los súper chalets de los ricos ingleses con casa de veraneo en la Provenza, mientras que en Francia el comercio de estos árboles hacia tiempo que estaba bajo riguroso control. Estaba seguro de que un territorio en el que se puede contemplar buitres volando libremente, a 20 minutos de viaje de unos olivos que eran viejos cuando Trafalgar, era un atractivo que podía interesar a los miembros de la mismísima e importantísima Sociedad Ornitológica Británica. El mismo estaba dispuesto a realizar la comunicación para informar de algo tan insólito a un grupo de viajeros cultos.  Exactamente un tipo de turista del que el país esta absolutamente necesitado, después de tantos años de elecciones de Miss Camiseta Mojada. Ahora el colega de Edimburgo se podrá llevar, además, unas botellas de aceite, que seguro tratará con respeto próximo a la veneración. Parece que en nuestro país de olvidos milenarios algunos ya han encontrado el camino de la memoria.

Miquel Sen


Medición de un olivo milenario