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EL TEMAMACARRONES RELLENOS DE CARRILLERAS, LA RECETA DE LA XARXA, Y EL VINO FINCA GARBET DE PERELADA. POR MIQUEL SEN

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¿Dónde compramos los vinos? [ Ir a EDITORIAL ] [ Volver ]
 

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La teoría dice, justamente, que los vinos hay que comprarlos en las tiendas especializadas. Es totalmente cierta como también lo es que estas boutiques del buen beber no están siempre a cinco minutos de casa. Lo normal es comprar algunos vinos en estos establecimientos de categoría y los demás en grandes superficies o en las tiendas de barrio en las que nos aprovisionamos a diario.


Hasta el presente, y con exclusión de algunos colmados en los que los vinos duermen a sol y sombra, la cosa funcionaba, propiciada por la bonanza económica que permitía una rotación rápida, lo suficiente como para que los vinos del año fueran del año. Ahora no pasa lo mismo. Compro unos albariños de conocidas bodegas en una gran superficie, sin fijarme en la añada, y me llevo a casa cuatro vinos gallegos distintos con tres años de vida cada uno dando tumbos por las estanterías. Pocos días después descubro en una tienda que parece seria  un vino que me interesa, un blanco de Terra Alta elaborado por Bàrbara Forés. Una vez llegado el momento del descorche aparece la traición, y el supuesto placer de beber un vino que conozco y me gusta se convierte en un ataque de rabia. Otro vino rescatado de lo que deberíamos llamar los activos tóxicos, porque tienen mucho en común con los paquetes de acciones que van dando vueltas por este mundo cruel, a la espera de que alguien cometa la estupidez de comprarlos. La situación se complica en otra gran superficie barcelonesa cuando repito mi vocación de aficionado al Albariño y me encuentro sorprendido en mi inocencia : la primera botella tiene una etiqueta correcta, pero detrás de ella se ocultan dos añadas 2008. Quede claro que no estaba buscando Albariños a la ultima moda, capaces de evolucionar en botella favorablemente.


El tema es complejo, porque si el comerciante ha pagado el vino a la bodega, hará lo que sea para que seamos nosotros los que paguemos el pato de sus stock. Por otra parte, las bodegas, tal como están las cosas, no les interesa retirar botellas que tienen fecha de caducidad, aunque no esté marcada en la etiqueta. Añadan a este drama vinícola la tradicional repuesta del pequeño comerciante, que suele ser del orden: pues nadie me ha dicho nada, arma infalible para derrotar aquel pobre aficionado traicionado por una botella tramposa.


Vistos y bebidos los últimos desastres, tras observar con cuidado que sucede en las secciones dedicadas al vino de la inmensa mayoría de las grandes superficies, no queda otro remedio que hacer caso del consejo del sabio, orientativo a comprar vinos solo en tiendas especializadas. Ahora ya no es prudencia, si no supervivencia. Hay que mirar con lupa las añadas, sobre todo en blancos, desconfiar de cavas y tintos dormidos a la espera de una venta que no llega y utilizar con cordura las nuevas tecnologías que nos permiten comprar en tiendas de prestigio reconocido o directamente de las bodegas. Con los pocos placeres que nos ofrece la vida no se juega.

Miquel Sen
 


Tienda especializada recomendada Vilaviniteca Barcelona