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Palza de les Olles 8 · Barcelona · Telf. 93 310 79 61

Al margen de que en Cal Pep de les Olles se coma francamente bien, el ambiente que lo rodea es un antídoto contra todos los sentimientos negativos que nos inspira eso que ha dado en llamarse realidad económica y vital. Tanto  en la barra como en el comedor interior, el publico adquiere una cara de felicidad de la que es directamente responsable el propietario de la casa, el señor Pep Manubens. A Manubes le debemos una directriz estética que ahora parece evidente, pero que no lo era cuando diseñó su primer restaurante, con la cocina abierta, a la vista de los comensales. También es cosa suya no haber olvidado el recetario clásico catalán, las tapas de tradición familiar, una realidad que muchos creen que es de una modernidad rabiosa. El resultado es una barra de convivialidad internacional, en la que podemos encontrar riquísimos turistas americanos de crucero, ( parte de esta presencia se debe a una información que pasé hace unos años a Ana Von Bremen, la cronista del New York Time), artistas pintores con estudio en el barrio, desde Mariscal a Perico Pastor, sin olvido de Artigau y Serra de Ribera, más una larga representación de las fuerzas vivas del país, dispuestas incluso a intercambiar copas con el vecino más próximo.
Otra versión explicativa  del éxito de este establecimiento de barra potente y pequeño comedor casi privado puede ser que todos los asiduos de Cal Pep están deseosos de probar una cocina catalana basada en los salteados, la plancha y los sofritos de larga cocción, con un tomate entendido como una confitura, con los que Pep envuelve la mejor materia prima que puede encontrar en los mercados cercanos, la Boqueria y Santa Caterina. El resultado es ejemplo de lo que es la dieta mediterránea en su aspecto más popular, sabroso y seductor. Se trata de no maltratar mariscos y verduras, carnes de cerdo y pescados para que mantengan todos sus matices y en todo caso, reforzarlos con este sofrito que tiene su secreto en el tomate.
El día de mi última visita, en la que las colas para ocupar plaza en la barra eran las de siempre, es decir, los 20 minutos de espera asegurada, las propuestas eran una prolongación de los ingredientes que había visto previamente en mi paseo por La Boqueria, salteados o a la plancha, bajo el control directo del chef. En la barra, codo con codo, he compartido unos rovellons a la plancha, para pasar seguidamente a una ración de langostinos al vino tinto, con su punto de guindilla y el gusto tan especial que le da el vino tinto a esta receta. No pude probar las gambas rojas de la costa, porque en Cal Pep cuando la raciones se acaban, se acaban, índice clarísimo de que no hay producto que no sea del día.
Otro plato fundamental de este establecimiento es el “trifàsic saltat”, un salteado de tres ingredientes, los calamares cortados a rodajas, las tellinas y las cigalas, sin más maquillaje que una punta de ajo, perejil y unas gotas de Jerez. Una cocción breve y ajustada mantiene el sabor de cada ingrediente sobre una salsa ligerísima, puro extracto de cocción. Unas almejas a la manera de Pep de les Olles inició otra fase de platos a compartir, como los pescaditos fritos y un clásico de la casa, la butifarra de cerdo con foie fresco de pato y guarnición de suculentas alubias del Ganxet. Quedó en el recuerdo los chipirones dorados en la sartén, con una punta de tinta de sepia, más unas lentejas. Un cucharón de fumet suma los sabores de estas lentejas ligeramente caldosas. Me gustan, pero esta vez a los colegas les ha dado por otro clásico, los mismos calamarcitos pero con garbanzos en lugar de lentejas.
Lógicamente no hubo espacio para los postres, a pesar del bisbalenc. El servicio, de trato familiar, va que vuela y al señor Manubens le corresponde hacernos un guiño indicativo cuando pedimos información de vinos en una larga carta en la que se detecta la proximidad geográfica de Vilaviniteca, otra plaza fuerte de la zona. El barrio de La Ribera tiene e impone su carácter, como si se repartieran bendiciones culinarias desde la iglesia gótica de Santa Maria, la catedral del mar de la famosa novela.

Miquel Sen

Noviembre 2011

Plaza de les Olles 8
Barcelona
Tel: 93 310 79 61
Abierto: Lunes de 19:30-23:30h. De martes a viernes de 13:15-16:45 h y de 19:30-23:30h. Sábado de 13:15-16:45h.
Cerrado: Lunes mediodía. Sábado noche. Domingo. Festivos. Agosto.
Es imprescindible la reservar para el comedor del restaurante.
Precio según tapeo (aprox: 45 euros)