En las tierras situadas entre el Po y los Apeninos, con un origen antiquísimo, La cultura de su producción comienza en el año 1200 nace el queso Parmigiano-Reggiano. En los grandes conventos de los monjes benedictinos, a partir de la Edad Media, fue donde empezó a producirse un queso de grandes dimensiones y de larga maduración.
Este queso se encuentra entre los quesos más antiguos y más preciados que se conozcan. Se produce hoy como hace ocho siglos: mismos ingredientes, misma técnica de producción, mismo cuidado artesanal. Es un queso del todo natural. Es el único capaz de soportar una maduración tan larga y es el único en participar en misiones en el espacio conservando inalterables todas las características organolépticas y nutricionales.
Es un queso con Denominación de Origen Protegida (DOP), es decir, un producto que, en virtud de las caracteristicas distintivas y de su vínculo con la zona de origen, está regido por un código de protección acordado con la UE para tutela del consumidor y del productor
Un producto único y superior.
La estricta Normativa de Producción, el estrecho vínculo con el territorio, la utilización de leche cruda, la riqueza de los ingredientes del todo naturales .
Son necesarios 16 litros de lecha para obtener 1 kg de Parmigiano Reggiano), hacen de este queso un producto único y superior: el único capaz de soportar curaciones tan largas (más de 24 meses) y de mejorar, durante su maduración, sus características nutricionales y organolépticas.
Su curación mínima por ley es de 12 meses, pero solamente a partir de los 24 meses manifiesta de lleno sus calidades.
Solo los quesos con certificado de denominación son autenticos parmesanos.