Barcelona tiene un amplio historial de bares, baretos y restaurantes que no son como los demás, pequeños establecimientos en los que una patata brava, un mini bocata, son muestra de sabiduría gastronómica. Lluís Ortega, el propietario de Piratas, conoce esta tradición, porque desde 1850, su familia ha regentado locales en los que el jamón, el queso, el pan y el aguardiente han sido forma de un paisaje de sabores y recuerdos que se extiende desde el primer establecimiento situado en los antiguos Encants, al actual, a pocos pasos del Auditori.
Piratas en un establecimiento sorprendente. Lo es por sus reducidas dimensiones, que acogen una barra, las pocas mesas, un horno de salamandra, un fogón, más una bodega climatizada, a la vista y por la calidad de los platos que ofrece un equipo compacto formado por el propietario y su esposa, Lluís Ortega, Joana Fenollar, más Xavier Viscasilla y Carla Alexandre. Todos se mueven bajo el cartel anuncio de la película piratas, de Román Polanski, dando idea de la multitud de sabores que vamos encontrar en este bar, trasmutado en muy peculiar establecimiento gastronómico.
La carta que les leerán se inicia con las ensaladas de colores que Lluís Ortega compra junto a su domicilio. Son ventajas de vivir en la Rambla, en las proximidades del mercado de la Boquearía. Ya en Piratas, las prepara con vinagreta de romesco, al tiempo que corta la ventresca de salmón ahumado, los tacos de bacalao de Islandia, que nos ofrecerá marinados, o las patatas con atún escabechado, también con su punta de romesco. Son platos muy logrados que no nos hacen olvidar los embutidos ibéricos y los quesos, franceses, españoles y italianos, de gran categoría.
Dentro de esta concepción de lo bueno que hay en esta casa, en la que se cocina los productos del mercado, a la vista, les recomiendo elijan menú y vino atendiendo del somellier que tiene muy presente los vinos naturales . Por ejemplo el Bellotti del Piamonte, elaborado con dolccetto y barbera, suave y podesoramente afrutado. Un Mestizaje de la bodega Mustiguillo, un vino valenciano de la variedad bobal, puede ser el inició de un menú largo y estrecho, en el que no faltarán el jamón, el chorizo y el lomo ibérico, sabores exquisitos que reencontramos en la cazuela de garbanzos con tocino, mas que una grasa, un perfume. Asimismo, el tomate de Montserrat, con queso de cabra fundido, despierta pasiones, próximas a las que levanta un plato de temporada, los higos con queso, un Idiazabal de gran calidad, sin perfumes excesivos de ahumado y jamón de bellota. El conjunto tiene un doble punto de temperatura, fundente para el queso, tibio para el jamón. Si es día de Burrata auténticamente italiana, de un rebaño de búfalas de los padres de la importadora, ya tenemos otro plato fijo, al igual que sucede con el queso de cabra del Maresme que proporciona Can Pujol. Son los platos embajadores de las recetas de foie , una de ellas, con cebolla y un aporte de vinagre de Módena. Sabores a compartir, antes de probar el arroz de sardinas típico de Piratas, resuelto con la más sencilla y popular de las recetas. La misma que Lluis Ortega comía en el Moll del Rellotge de la Barceloneta y que tiene al margen de un sofrito lento, el truco de estar elaborado con el aceite en el que se fríen ligeramente las sardinas que luego serán la sustancia del arroz bomba, con el sello Illa de Riu. Ha sido el ultimo plato de un banquete de muchos platos que he finalizado con una ensaimada, impregnada en licor Gran Marnier, cubierta de crema quemada. Luego se trata de decidir que ron toca, de entre los muchos que se guardan en Piratas.
Miguel Sen
Piratas
C/ Ausias March 157 · Barcelona · Telf. 93 245 76 42 ·
Día de cierre: sábado cerrado , domingos y festivos
Parcking: sugerido en l'AuditoriAdmite tarjetas de crédito
A partir de 30 euros
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Fiscal-Social Comte d’Urgell 247 2º 4 08036 Barcelona (España)