Una vez recuperado de tantos estragos, el Maremagnum demuestra ser uno de los mejores puntos de observación del puerto de Barcelona. Para poder disfrutar de estas vistas presididas por el Moll del Relotge, he elegido los ventanales de MirandoalMar, un establecimiento dirigido por el joven y activo Elder Da Silva, que cuenta en la cocina con un chef brasileño Rafa Ventamotti formado en el Motel Empordà. Muy atentos al paisaje que les rodea plantean una carta en la que buscan el producto de proximidad, el recetario marinero. La oferta de vinos ya es una declaración de principios dada la proporción de botellas catalanas que alcanza los vinos a copas, ya sea el tinto Gotim Bru o el cava de Vilarnau. Un conjunto que hace del restaurante MirandoalMar un establecimiento que no busca la alta cocina, si no unos platos bien elaborados, económicos en un entorno impactante.

He  tomado contacto con los ingredientes Km 0 a partir de una tabla de embutidos catalanes que tenían su estrella en la butifarra negra. La coca de pan con tomate era un acompañamiento agradable, teniendo en cuenta que el aceite de la casa es La Boella en su variedad Koroneiki. Vale la pena aliñarlo generosamente para adentrarnos en unos aromas distintos a la Arbequina.  Otro atractivo aperitivo son los quesos catalanes, que me gustó encontrarlos lejos del postre. Es un repertorio comprado en la centenaria casa Eugene de La Seu d’Urgell, lo que nos permite disfrutar de quesos de oveja de nivel, más un amplio surtido de cabra, algunos de ellos de leche cruda, como el Camp. Atención al Carreu, de Mas d’Aroles que también es una joya. El contrapunto a los lácticos lo proporciona una sabrosa y visualmente atractiva mermelada de violetas.  El toque de barrio de Barceloneta lo dio unas patatas bravas, que podrían ser más bravas, perfectamente fritas, gracias a estar “escapsades”, lo que las hace perder almidón. En este punto cambie el cava Vilarnau para pasar a un tinto del Priorato que no es ningún descubrimiento, el Camins del Priorat que elabora Alvaro Palacios, un tinto joven con crianza de la cosecha 2010. Un coupage equilibrado de cariñena, garnatxa, cabernet sauvigon y syrah.

He dejado para un próxima visita tres platos de interés, uno un entrante muy de la Barceloneta, los mejillones a la brasa, otro, el timbal de bacalao con escalibada, una forma culta de presentar esta receta tradicional y por ultimo el bacalao con sanfaina, de historia tan barcelonesa. El causante de mi decisión ha sido un arroz caldoso, de concepción levantina, de grano al punto, ligeramente marcado por el sofrito, potenciado por verduras, conejo y pollo. Un arroz de huerta en el que las verduras tenían un crocante punto de cocción. Un plato completo a 17 euros.

Aunque MirandoalMar tenga una carta apropiada a su nombre, la oferta de carnes a la brasa vale la pena, ya sea el chuletón de ternera de 500gr o el solomillo, presentado con guarnición de verduras y una fresca salsa chimichurry. Un solomillo que cuadra con el vino de Alvaro Palacio. Tras la carne probé dos postres, el plato de frutas de estación tan ligero como exquisito, en el que la menta y una punta de lima le dan un gusto y aroma a mojito y la tarta fría del día, fundamentada en las fresas. Luego es hora de los cafés y de un ron Flor de Caña nicaragüense, propiciado por tener casi al alcance de la mano los mástiles del velero Santa Eulalia.

Miquel Sen

Fotos Miquel Sen  para gastronomiaalternativa

Moll d’Espanya 5
2ª planta del Maremagnum
Tel: 93 119 02 99

Horario:
De 12h a 23h
Día de cierre: ninguno
Precio aprox: 30 euros
Menú infantil: 12 euros
Menús solo para grupos
Parking en el edificio
Web: www.restaurantmirandoalmar.com